Náufragos


Bienvenido a bordo compañero,
bienvenido a bordo...
a bordo de esta balsa que naufraga
entre las aguas borrascosas
que impulsaron los aires,
del oscuro poderío.
Con la vela agujereada a la deriva
y remendada con pedazos de cartones cosidos.
Bienvenido a bordo de esta balsa
que va flotando yerta y desnuda,
¡amortecida! como caracola vacía
en el contorno de ese confín oscuro.
¡Bienvenido a bordo amigo mío!,
a bordo de esta balsa que naufraga
sobre las aguas erráticas
donde sollozan los mimos.

¡Hay que redimir el espíritu agonizante!,
la voz del mimo tiene que salir
de esa garganta oprimida
y gritar ¡¡¡basta!!!,
es nuestra última esperanza,
todos con el mismo denominador común,
si no heredaremos el silencio de los corderos,
la llama incandescente y el temor
que crearon los espectros dominantes
que van marcando el dominio
de este incierto destino,
y habrá un epitafio...
en el umbral de cada casa empobrecida,
donde nuestros hijos nacerán entre los agonizantes.

                                    Jesús Aragonés Blasco. ( Maneles )