EL CHICOTE y las cuatro esquinas


En ese núcleo iluminado
por cuatro esquinas desiguales,
aireadas con soplos de sementeras,
viñas y olivares.
Se encuentra el Chicote alparcero,
café longevo del pueblo
pregonando su vejez.
Allí en las cuatro esquinas,
compañeras de foros cotidianos,
de trajín de coches,
de garriar de zapatos,
testigas mudas del pasado
y curtidas al son del secano.
Entre el Valdoliete gallardo,
que proyecta su mirada
al barranco deslizante,
cauce adormecido de botijos y cántaros,
y la calle Mayor que abrevia sus anchuras
con la Fuente...calle del Arco.
Se encuentra el Chicote hondo...
cronista de profundos años,
espejo del pasado
que el tiempo no derribó.
¡¡Cuántas cepas reviradas
habrán dejado su fruto,
y gargantas afinadas...
habrán cantado jotas en él!!.
¡¡Cuántas rubias en tubos acristalados
se habrán posado en su barra,
quitando...penas y sed!!.
¡¡Cuántas copas habrán levantado los codos
en las frías mañanas de invierno!!.
¡¡Cuántas tertulias mañaneras
con ardientes cafés!!.
En ese Chicote alparcero,
café longevo del pueblo,
que los años pregonan su vejez.


                     Jesús Aragonés Blasco( Maneles )

DUDA  ENCASTRADA

¡ Oh dioses bienhechores !
que dejasteis sobre el atril viejo
la belleza de los milagros.
Dioses de la piedad, de la bondad, del amor eterno.
¿ Por qué las desgracias?
¡ oh dioses poderosos !
las sufren siempre los pobres.
¿ A cuantas semillas olvidadas ilumináis ?
en sus plegarias infinitas,
en la sequedad de sus llantos.
¿ A cuantas mecéis en sus cunas de sed y hambre?.
¡ Oh dioses inmortales !
que habitáis en el umbral azul del pensamiento,
en el resplandor del lenguaje.
Tal vez sea mi aptitud imperdonable
por no entender vuestras razones.
Tal vez inmerso en susceptibles lagunas,
el sentimiento de mi espíritu inmanente.
O tal vez mi impronta intolerante
lleve esa duda encastrada,
hasta mi dogmática muerte.

           Jesús Aragonés Blasco. ( Maneles )