martes, 28 de abril de 2015









El Himalaya



Montañas mágicas del Himalaya,
cubiertas de nacarados jazmines
que esparcen pureza, nostalgias y fulgores...
a esa quietud deshojada de abruptos caminos.
Montañas blancas del Himalaya,
que trepan  mis sueños vespertinos,
y el eco errante de mi alma,
resuena en sus vientos con suspiros.
¡ Y qué ardientes deseos !
afloran en sus aureolas encrestadas,
montañas sagradas de rostros estériles
que extasian los corazones iluminados.
¡ Y que ardientes deseos !
hace bullir la sangre soñadora
de cuantos miran su belleza...
en ese crepúsculo encantado
que desvelan los astros.
¡ Y que ardientes deseos indecibles !
laten en la pureza de sus laderas,
”campo santo de espíritus silenciosos”
que hacen subir al mundo...
y abrazar su poderío.

             
               
Jesús Aragonés Blasco. ( Maneles )


Mis condolencias al pueblo Nepalí afectado por ese terrible terremoto
acaecido el 25/4/2015 que ha segado tantas vidas y a los montañeros
sepultados bajo la nieve de sus montañas.





viernes, 10 de abril de 2015
















Surcos abiertos

Deambulo...
en los hondos surcos de la poesía
que vibra sobre la tierra,
y en ese tramo de la vida
he labrado mis propios versos de poeta,
que alimentan mis inquietudes y ansiedades.
Están, en ese capazo de semillas transparentes
que sembró la naturaleza.
En el trino del jilguero cantor
que envuelve la alegría del campo.
En la florecilla que sombrea la mariposa dorada
Están en los seres queridos
que me arrebato el tiempo.
En las noches de insomnio,
con el iris de los ojos enmohecidos.
En ese ramillete de flores policromadas
con aromas a fresco estío
que inhalan mis anhelos.
Están, en la magia que se respira
cuando te salpica la luz de la luna,
con los ojos que te atraparon,
¡luciérnaga de tus deseos!
En el umbrío portal de la noche
que engalana el romanticismo
y enciende la frescura de ese beso,
que hechizo mis labios.
Están, en el eco de las olas reincidentes
que resuenan en mi memoria nostálgica.
En el agua transparente de la fuente
que bebí en mi infancia pura.
Están, en la dulzura de esa estrella lejana
que me observa en la noche y sonríe,
hasta que me despierta la aurora.
En esos jardines de oro
que regaron excelentes jardineros,
y brillan en el umbral de cada verso que escribieron,
”Están, en los surcos abiertos que seguimos regando”
ocultos en nuestra vida diaria...
donde germinan los sentimientos.

  Jesús Aragonés. (Maneles)




martes, 7 de abril de 2015



A Muniesa


No quiero lavarme la cara,
¡no!, no quiero alisarme el pelo,
para que no se me vayan...
los aromas de mi pueblo.
Quiero oler a incienso de romero,
a tomillo y espliego,
quiero oler a viñas y sementeras,
olivos y almendros,
quiero sentir el pino verde,
de río Seco.
Sentir las uvas emparradas
embriagando mi pensamiento,
las ascuas del bochorno
entre los sudores del trigo,
y el cierzo puro aceitunero.
No quiero lavarme la cara,
¡no!, no quiero alisarme el pelo,
quiero vivir con los aromas
y recuerdos de mi pueblo.


                 Jesús Aragonés. ( Maneles )









TIERRA Y BARRO

Con tierra y barro
jugaba en la infancia,
con tierra y barro
de caminos y campos
y con la mirada inocente
que fui olvidando.
Alegre afán cotidiano
que arrastraron los años.
¿Dime porque?
te llevaste contigo,
tiempo efímero y malvado
aquellos ojos inocentes,
aquella sonrisa prematura,
aquellas manos pequeñas
manchadas...de tierra y barro.



            Jesús Aragonés.(Maneles)



miércoles, 1 de abril de 2015



   Soplos de vida


Qué nuevos sentimientos afloran

en mi viejo corazón desgastado,

que a los soplos de la vida

el aire acoge mis abrazos...

y me embriaga la frescura de los días

que resurge en las auroras de mi mente,

con el sabor vespertino de los años

que van enhebrando los amores.

Y el vaivén de las sementeras...

con el bramar de mis océanos.



                        Jesús Aragonés. ( Maneles )













Labrador ausente


La voz del labrador ausente, se oye en los caminos
donde consumió los días de su vida
con pasos polvorientos y la tez curtida,
su mirada en los campos y las manos encallecidas
de clavar el azadón, la siega estival y la otoñal vendimia.

Cuántos días,¡oh, labrador ausente de aladros y sudores
caminaste por caminos quemados con albarcas!,
¡cuántos días de incertidumbres y esperanzas!
cuántos...¡oh, labrador ausente de mañanas blancas!.

¡Cuántos días, oh , labrador ausente!, pasaste
en esas viñas trenzadas de arrogante hermosura,
en esos almendros tempranos de exquisita blancura,
cuántos...en esos olivares relucientes de ceñidas aceitunas
mientras en las mañanas el sol resucitaba el horizonte
y por los caminos corrían y brincaban las mulas pardas.

Cuando miro el cielo con sus farolillos silvestres
y bajo la oronda  Selene, oigo cantar las cigarras,
o cuando el sol resucita en ese oscuro horizonte
y veo aflorar en la tierra las mañanas claras,
me siento vivo y feliz, en esta tierra bienamada.

Cuando los pajarillos suben al árbol y mecen sus ramas
o cuándo gimen las nubes y resbalan a mis campos sus lágrimas,
me siento vivo y feliz en esta tierra bienamada.

Cuando veo las viñas que verdean con sus pámpanos oscilantes
y las amapolas llenan de colorido las sementeras doradas,
o cuando los almendros alegran los campos...
con sus florecillas tempranas,
me siento vivo y feliz en esta tierra bienamada
y escucho al labrador ausente...entre sones que entonan
castañuelas y guitarras.



                             Jesús Aragonés. (Maneles)

Para el labrador ausente que forjó su tierra con aladros y sudores,
hoy campos prósperos de viñas y sementeras....y hermosos jardines de floridas arboleras
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